Un hito alcanzado…
Combinar el liderazgo femenino como un motor que impulsa y promueve la transformación digital de las organizaciones, es una apuesta que nos hacía falta.
COH.
El crecimiento de las mujeres afrontando retos en cargos de liderazgo y dirección estratégica en organizaciones, sin duda ha sido una apuesta que nos hacía falta realizar para contar con empresas más sanas y equilibradas.
Si bien el liderazgo no se trata de poderes de género, de hecho, ambos son necesarios para dirigir equipos, hoy más que nunca se hace necesario balancear y combinar atributos que tienen las mujeres y que muestran ser reveladores a la hora de movilizar cultura e impactar los resultados organizacionales.
Antes estábamos lejos de pensar que a nivel de formación podrían existir mujeres que quisieran estudiar carreras relacionadas con tecnología porque se consideraba que eran profesiones de hombre, así mismo a nivel de cargos estratégicos estos mayormente habrían sido representados por el poder masculino. Sin embargo, para fortuna de las mujeres y las organizaciones, esta conducta se ha ido desdibujando y hoy son más las mujeres que se atreven a asumir posiciones de liderazgo y a aportar a la transformación digital del mundo empresarial con pleno conocimiento y certeza.
La tecnología está dada al servicio de la humanidad y su razón de ser es crear experiencias memorables y facilitar la vida de las personas sin distinción de género, es por esto que se vuelve una herramienta imprescindible para las nuevas generaciones que son usuarios tecnológic@s permanentes y no podrían imaginar su vida sin este gran recurso a su servicio. De ahí también, que hoy veamos cada vez más mujeres interesadas en formarse en profesiones relacionadas con tecnología, innovación y liderazgo. Aunque vale la pena aclarar que aún el reto es grande y la brecha de desigualdad de géneros es importante.
Lejos de hablar de un liderazgo feminista o de liberación femenina, es entender que el poder que representa cada género es necesario y fundamental para aportar al crecimiento de las organizaciones y generar disrupción de conceptos o métodos tradicionales. De hecho, cuando se habla de pares a nivel jerárquico en ambos géneros, hallamos criterios y decisiones muy interesantes que son propias de cada uno.
La mujer por naturaleza conserva su intuición, fuerza interna, decisión y carácter para afrontar con amor y firmeza las situaciones que se le presentan. El hombre a su vez es aguerrido, apasionado y arriesgado. Y si miramos ambos perfiles generacionales, entendemos que son valiosos y necesarios para nuestra evolución empresarial, social y laboral.
Así entonces, la nueva era que busca igualdad y que permite que el rol de la mujer sea cada vez más protagónico a nivel laboral, nos abre como sociedad una fortuna de posibilidades, acorta la brecha educativa, jerárquica y por ende económica.
¡Que sean más las mujeres que se unan a este cambio y se atrevan a “competir” en un mercado lleno de posibilidades y necesidades para todos!
COH.